Los inmensos océanos de Golarion baten contra las orillas de ocho continentes diferentes. El más pequeño de estos, Sarusan,
se encuentra lejos de los vientos comerciales en un mar impenetrable y
por esto sigue siendo desconocido para la mayoría de las culturas
modernas, aunque es recordado en las tradiciones orales y literarias de
civilizaciones perdidas.
El mayor continente del mundo es Casmaron,
una masa del tamaño de un océano esparcido por el hemisferio norte del
planeta. Tribus nómadas a caballo abarcan las salvajes estepas
centrales, creando una barrera entre el Imperio Desértico de Kelesh y sus oportunistas estados sátrapas del oeste y las monarquías expansionistas de los Mahajanapadas de Vudra (los Reinos Imposibles del distante este). Al oeste de Kelesh, pasadas las traicioneras Montañas del Filo del Mundo, Casmaron se expande en una inmensa península llamada Avistan. Desde la Diabólica Cheliax hasta el antiguo reino de Taldor y el bosque élfico de Kyonin, Avistan es una tierra dispar construida sobre las ruinas de incontables civilizaciones perdidas.
Los inmensos océanos de Golarion baten contra las orillas de ocho continentes diferentes. El más pequeño de estos, Sarusan, se encuentra lejos de los vientos comerciales en un mar impenetrable y por esto sigue siendo desconocido para la mayoría de las culturas modernas, aunque es recordado en las tradiciones orales y literarias de civilizaciones perdidas.
El mayor continente del mundo es Casmaron,
una masa del tamaño de un océano esparcido por el hemisferio norte del
planeta. Tribus nómadas a caballo abarcan las salvajes estepas
centrales, creando una barrera entre el Imperio Desértico de Kelesh y sus oportunistas estados sátrapas del oeste y las monarquías expansionistas de los Mahajanapadas de Vudra (los Reinos Imposibles del distante este). Al oeste de Kelesh, pasadas las traicioneras Montañas del Filo del Mundo, Casmaron se expande en una inmensa península llamada Avistan. Desde la Diabólica Cheliax hasta el antiguo reino de Taldor y el bosque élfico de Kyonin, Avistan es una tierra dispar construida sobre las ruinas de incontables civilizaciones perdidas.
Quizás el mayor de estos lugares se encuentra en las tierras fronterizas de Varisia, restos de los Antiguos Señores, de la Ruina de Thassilon, contemporáneos del Antiguo Azlant que perecieron en la misma catástrofe. Al sur de Avistan, a través de los volátiles caminos comerciales del Mar Interior, se encuentra Garund, sede de los faraones de Osirion y hogar de los despiadados mercados de Katapesh, las indómitas junglas de la Extensión Mwangi, y las tierras devastadas por la magia de Nex y Geb.
Abordaje pirata en el Ojo de Abendego |
A miles de millas al oeste del Arco de Aroden
hay un laberinto de arrecifes y riscos de pesadilla, entre picos
deformes y canales dentados que una vez formaron parte de la orgullosa
isla que contiene el reino de Azlant, el primero de los grandes reinos humanos de la prehistoria. Cuando la arrogante elite del Antiguo Azlant
se rebeló contra los señores abolez que los habían sacado de la
barbarie, las acuáticas mentes maestras lanzaron una gran roca desde los
cielos, desencadenando un cataclismo mundial que hundió la mayor parte
de Azlant bajo las olas.
Los misteriosos elfos acuáticos de la Aguja Mordaz
aún acosan los canales de la ruina continental en sus incursiones,
vigilando los pocos secretos que quedan de sus antiguos enemigos, la
cultura humana más avanzada en magia y tecnología que ha habido en la
historia. Pocos veleros consiguen pasar a través de los malignos
remolinos y sobrevivir a los voraces monstruos marinos de Azlant, para alcanzar las aguas tranquilas del Océano Arcadiano occidental, y el exuberante continente del cual toma su nombre: Arcadia, un paraíso natural a 4000 millas al oeste de Avistan. El puñado de exploradores que se han aventurado por allí y han regresado con vida a las cortes del Mar Interior
hablan de una tierra con gran cantidad de recursos naturales,
increíbles vistas donde la naturaleza se desarrolla de forma
desenfrenada, y habitantes nativos de gran fiereza y aspecto guerrero.
El mayor asentamiento permanente avistaní en Arcadia es Valenhall,
cerca de la frontera norte del continente, donde los soldados ancianos y
los Reyes Linnorm se retiran a morir. Un extenso desierto ártico
llamado la Corona del Mundo se enseñorea de todo el norte de Golarion, atrapando con sus montañas heladas como garras las extensiones norteñas de Avistan, Casmaron y Tian Xia.
Enterradas en lo profundo del hielo, en la misma cumbre del planeta, se
hallan las ruinas de una antigua civilización humanoide; aunque su
nombre y leyendas hace tiempo que desaparecieron para la historia. Estas
ruinas son anteriores en el tiempo a Thassilion, Azlant e incluso a la llegada de los abolez a Golarion,
y su existencia y origen permanece entre los misterios más oscuros del
mundo. A pesar de tener el clima menos hospitalario de cualquier
continente en Golarion, la Corona del Mundo
permanece como una de las rutas más transitadas para exploradores de
todo el mundo que se aventuran a través de esta placa de hielo de un
continente a otro.
Sin lugar a dudas, los viajeros de origen más exótico provienen de Tian Xia, un continente oriental en el hemisferio norte del planeta, opuesto a Avistan. A pesar de este goteo de mercaderes y exiliados políticos, las historias sobre la gente de Tian Xia son raras fuera del distante norte y de los mercados de Katapesh y Absalom.
Sin lugar a dudas, los viajeros de origen más exótico provienen de Tian Xia, un continente oriental en el hemisferio norte del planeta, opuesto a Avistan. A pesar de este goteo de mercaderes y exiliados políticos, las historias sobre la gente de Tian Xia son raras fuera del distante norte y de los mercados de Katapesh y Absalom.
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