domingo, 1 de febrero de 2015

La historia hasta ahora


En una cripta del castillo de Brinewall, misteriosamente arrasado y convertido en un nido de monstruitos, encontrasteis el sello de Amatatsu. Este os imbuyó visiones, a través de las cuales os reveló las siguientes claves:

El ejército de las cinco tormentas, una horda oni, asoló Minkai hace ya tantos años, asesinando al emperador Shigure y a todas las famílias y nobles que pudieran reclamar el trono. Menos a una familia, que consiguió huir: los Amatatsu.

El auténtico apellido de Ameiko Kaijitsu es AMATATSU. Es la última superviviente de la saga: la heredera. Su abuelo ocultó el noble apellido para proteger a la familia en la huida. Siendo la última superviviente de las 5 grandes familias de Minkai, ella es la legítima heredera del trono imperial de Minkai.

AMATATSU TSUTOKU, el abuelo de Ameiko. Vendió una legendaria espada familiar , llamada Suishen, al mercader viquingo Fynn Snaevald, en la ciudad de Kalsgard, para costear la partida y exilio de la familia. Luego se estableció con su familia en Brinewall, como un comerciante de vidrieras.

Suishen, una obra maestra centenaria, está también a cargo de un kami, que os dará más información sobre el legado de los Amatatsu si la recobráis.

Después de las revelaciones, rayos azules titilantes salen del sello y os tocan con una luz reconfortante e espiritualmente iluminadora. El sello representa el derecho divino de la família Amatatsu para gobernar Minkai. Y en su divina providencia, os ha tocado para investiros en legítimos descendientes de los Amatatsu. Pues este es su poder: reconocer nuevos vástagos dignos de la estirpe real, aunque no tengan lazos de sangre.

Aun la tristeza, me siento afortunada. Pues ahora tengo la suerte de contar, como hermanos, a quienes me han demostrado grandiosa amistad. Las revelaciones que os ha concedido el sello, a mí también me los ha dado, en el último sueño de mi cautividad. Ahora todos conocéis mi auténtico apellido, linaje y destino. Y vuestra también es ahora la causa de Minkai y de mi derecho al trono. Tengo miedo, pero debo ocupar el lugar que me pertoca. Me siento determinada no sólo a vengar la muerte de mi familia, sino la de las otras 4 grandes familias nobles de Minkai. Devolveré la dignidad y la virtud al trono imperial, ahora en manos de los terribles y deformes onis. Devolveré la prosperidad y la paz a las gentes de Tian. Pero por más que el sello, en su providencia, os haya nombrado tocayos míos, no quiero de ninguna manera obligaros a que me acompañéis. Hacedlo sólo si así lo deseáis.
Ameiko Amatatsu (ya no Kaijitsu)


De SandPoint a BrineWall y de ahí hacia Kalsgard
Y así lo deseáis, y así  que partís de Brinewall hacia Kalsgard con la caravana de Sandru Vhiski.
Pero hay un problema: el encontrar el sello lo sacasteis de una caja conjurada, un contenedor mágico construido para oscurecer y confundir cualquier intento de localizar objetos guardados dentro. El sello es un objeto mágico muy potente, e irradia flujos de fortísima magia. Aquellos con los medios adecuados pueden detectar la señal a través de océanos y continentes, permitiendoles rastrear y seguir la pista del objeto des de cualquier distancia. Este efecto fue originalmente pensado para que los dueños del artefacto pudieran localizarlo en caso de robo. En consecuencia: el Ejército de las 5 tormentas ha localizado el sello y tiene una pista del paradero de la última familia que puede discutirle el trono. Van a por vosotros.

Mientras tengáis el sello dentro la caja conjurada, no os podrán localizar. En el momento que lo saquéis para utilizar alguno de sus poderosos hechizos, el ojo de los 5 ejércitos quedará fijo en vosotros (como Frodo cuando se pone el anillo, que los Názghul lo perciben inmediatamente).

Lo guardasteis inmediatamente en la caja, pero parece ser que os han seguido el rastro: de camino a Kalsgard un gran cuervo, con una pluma roja, os ha estado oteando repetidamente. En el puente de Skalsbridge, a pocos kms de Kalsgard, una banda de guerreros Ulfen os atacó por sorpresa, saliendo del río Knarr. Se habían acercado a vuestra posición con un barco llamado “El martillo de Aril”. Justo antes de la emboscada, el gran cuervo con una pluma roja os había estado observando, entre la niebla. Todos los viquingos llevaban un brazal de oro con la efígie de un león.

Habiendo llegado a Kalsgard, Sandru Vhiski aparca la caravana en los descampados del Distrito de Hueso. Y vosotros os instaláis en una posada de la ciudad.

Aparte de buscar a Suishen , la espada familiar de Amatatsu, y de investigar la identidad de los Ulfen que os atacaron en el puente, Sandru os advierte que también debéis contratar un guía. El camino hacia Minkai desde Kalsgard pasa por La Corona del Mundo (el polo norte, vamos). Es un terreno complicado y es necesario un explorador experimentado. Aquí en Kalsgard, hay muchos gremios comerciantes que utilizan las rutas que pasan por el norte, y emplean a muchos de estos exploradores para guiar a las caravanas. Debéis haceros con uno.


Callejeando por la ciudad e investigando, conseguís varias informaciones:
- En algunas tabernas os advierten que hay hombres embozados, vestidos de negro, que preguntan por vosotros.
- Un cuervo con una pluma roja es un símbolo de mal augurio.
- Fynn Snaevald, el comerciante que compró la espada Suishen a Amatatsu Tsutoku hace hoy 60 años, aún está vivo . Es un comerciante de aceite de ballena y de ámbar, y es un conocido coleccionista de antigüedades de Tian. Lo podréis ubicar fácilmente en el Distrito de Ambar.-
- Madam Kawaoh, que regenta una perfumería en el Distrito de Jade, es otra conocida coleccionista de antigüedades de Tian.

Dirigiéndoos hacia la tienda de aceite de ballena de Fynn, creéis observar que un número inusualmente grande de cuervos parece seguiros.

Fynn es un viejo amable y agradable, y está muy animado al hablar de la espada Suishen. El motivo es que justamente hace unas semanas, unos ladrones vestidos de negro entraron en su caso y le robaron la espada. Le mataron a unos cuantos sirvientes, y destrozaron unas cuantas cosas, pero sólo se llevaron la espada Suishen. Un sirviente moribundo, le susurró a Fynn algo de “...vengarse pagando la deuda al León”. A la que le sugerís si esto pudiera tener alguna relación con los brazaletes, Fynn cree que sólo hay un ring-giver (“dador de anillos”, esto es un pequeño cabecilla local) que podría usarlo: Asvig Longthews.
Os ofrece un trato: vengad la muerte de sus sirvientes y la mancha en su honor por haber sido robado, y os podéis quedar con la espada Suishen a cambio. Es una espada magnífica, pero nunca la ha usado, siempre que la empuñaba sentía una extraña sensación.

(Tened en cuenta que tal venganza no os acarrearía problemas con la ley: la legislación de Kalsgard permite las venganzas de sangre -antigua tradición ulfen- y sólo normativiza cosas como que “hay que esperar una semana para ejecutar una venganza de sangre, para dar oportunidad a que la sangre se enfríe”, etc.).

Investigando, descubrís que Asvig Longthews vive en una granja a las afueras de Kalsgard. Es un pequeño cabecilla local, suficientemente poderoso para contar con algunas tropas a su cargo, relacionado con el gremio de comerciantes “Corredores de escarcha”.
Os acercáis a media tarde a su granja. Desde una distancia prudencial, en la que ya distinguís claramente los contornos de la granja y de los pequeños graneros y establos que la rodean, observáis que la casa está muy  bulliciosa, con luz y ruidos provenientes del interior, de lo que parece ser una celebración tumultuosa.

Postes de madera colocados en círculo rodean la granja y todos sus cobertizos. Están situados a 60 pies de la granja, y entre poste y poste hay 30 pies de distancia. La carretera hacia la casa pasa en medio de dos de estos postes.....